El Día de la Tierra marca el inicio del movimiento medioambiental moderno. No obstante, después de otro año de noticias angustiosas sobre el cambio climático, no está muy claro si se trata de una celebración o de un canto fúnebre. ¿Puede marcar realmente la diferencia un solo día, una sola elección o una sola persona? En Yogi, todo lo que hacemos se basa en nuestra creencia en la empatía: «¡Sin duda»
Para nosotros, el Día de la Tierra (y todos los demás días) son una celebración de la reciprocidad: cuando mostramos cuidado por la Tierra a través de nuestras prácticas de cultivo, cosecha y procesamiento, la taza de té resultante te nutre a ti y también al lugar del que procede, por lo que se establece un ciclo de abundancia.
Nuestra celebración se expresa a través de la gratitud. Agradecemos la abundancia que proporciona la Tierra a todo ser vivo tomando todas las medidas posibles para compartir contigo esos bienes de forma sostenible. Detrás de cada taza de té Yogi hay un suelo más sano, agua potable más limpia, administradores locales empoderados y un profundo respeto por las propiedades funcionales de cada ingrediente. No consideramos la Tierra solo como nuestra anfitriona, sino como nuestra compañera de vida.
El Día de la Tierra también es el momento que aprovechamos para compartir nuestro informe anual de sostenibilidad. El informe de este año se centra en el recorrido de nuestros tés desde la mente de nuestros expertos en I+D hasta tu taza, y en él se arroja luz sobre cómo la sostenibilidad moldea cada paso del camino: el envasado, el envío, el abastecimiento y nuestras instalaciones.
Creemos que no es casualidad que el Día de la Tierra coincida al día siguiente de la fecha de nacimiento del naturalista John Muir, una de cuyas frases celebres dice: «Cuando intentamos observar una cosa aislada por sí misma, reparamos en que está unida a todo lo demás en el universo». Así pues, levantemos una taza de té por ti, por nosotros, por nuestros socios mundiales y por el planeta: juntos estamos haciendo algo que merece la pena celebrar.