Protectora, fortalecedora, ligeramente amarga.
La equinácea medio amarga y medio picante procede de América del Norte, donde ha sido valorada durante siglos por los pueblos indígenas. Junto con el rooibos sudafricano y las especias de Oriente, la equinácea, en esta infusión, nos lleva a un viaje de sabor del que regresamos fortalecidos e inspirados.
La infusión para quiénes quieren saberse protegidos.
Sentado con las piernas cruzadas o en una silla con la espalda derecha y los pies planos en el suelo. Reposar las manos sobre las rodillas con los ojos cerrados. Inhalar por la nariz mientras se gira la cabeza hasta mirar sobre el hombro izquierdo; exhalar por la nariz girando la cabeza hasta mirar sobre el hombro derecho. Continuar por 1 a 3 minutos. Después, mirando de frente, respirar profundamente algunas veces y relajarse. ¡Siente la garganta cllena de energía, calor y luz!
Vierte 250 ml de agua recién hervida sobre la bolsita. Dejala durante 5 a 6 minutos - o más para un sabor más intenso.
250 ml 100°C
5-6 Min
¡Degustar!