Cómo el Yoga puede aportar claridad en tu búsqueda de sentido y felicidad. Pensamientos simples para la confianza y el valor.
Yoga puede tener múltiples definiciones, tantas, quizás, como practicantes haya. Pero nos gusta definir Yoga como un Estado de Consciencia. Un estado del Ser. Una técnica, una práctica que nos lleva a experimentarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno de una manera nueva, más global, más completa, más holística.
Yoga significa unión. Unión de lo que en apariencia está separado; de lo que experimentamos como separado. Yo y todo lo demás. Yo y el Infinito.
La Felicidad es definida también como un estado de grata satisfacción espiritual y física.
La gran pregunta del millón sigue siendo cómo conseguir, cómo alcanzar la Felicidad.
Desde siempre la humanidad ha intentado sistematizar la felicidad. Pero nada ni nadie puede garantizar que tú te sientas feliz.
Ni tan siquiera la práctica del Yoga.
La esencia del Yoga, al ir despertando ese estado de consciencia más plena de unión y al ir desvelando la autenticidad y originalidad del propio ser único e irrepetible, es ir mostrando el Destino (Dharma) de la persona, que no es más que la realización del ser, el desplegar sincrónico de una vida en plenitud, en paz con uno mismo y con el mundo.
En pocas palabras: cuando sabes que estás haciendo exactamente lo que tienes que hacer, estar donde tienes que estar, decir lo que hay que decir…
Piensa en lo vivido, en los momentos importantes de tu vida, y pregúntate:
Sientes una vitalidad renovada, una energía y fuerza física más ligera y poderosa, tu claridad mental y serenidad interna aumentan y la confianza en ti y en la vida se ven renovadas y confirmadas de nuevo. Te sientes capaz. Capaz de ser lo que eres y hacer lo que quieres hacer.
Esta sensación puede durar 2 minutos, 2 semanas, 2 años o toda una vida.
Una práctica de Yoga y Meditación constante y prolongada puede ayudar en el reconocer, permitir y darle expresión al desplegar del Ser e ir descubriendo e intuyendo ese Dharma que nos es dado para realizar algo maravilloso no solamente para ti sino, y especialmente, para los demás.
Encontrar los recursos y las herramientas internas que nos permitirán afrontar esa situación que para nosotros nos parece imposible de superar, que genera temor, parálisis y nos hace esconder o desaparecer para no afrontarla, enfrentarla.
Descubrir el potencial que hay en nosotros y la propia creatividad para superar los desafíos de la vida, con gracia y alegría. Con confianza y respeto.
Felicidad y Yoga no significan ausencia de sufrimiento. Pero cuando consigues mantener tu confianza en la Vida y mantener tu escucha interior a los llamados del Alma, y puedes sentirte en paz con tus acciones y palabras dichas, el sufrimiento podrá ser vivido desde un espacio diferente más en relación con tu autenticidad y plenitud.
Te dejamos ahora algunos consejos para cultivar la felicidad: