En tu lista de propósitos de Año Nuevo, ¿también te has propuesto encontrar «más tranquilidad y serenidad en tu día a día»?
Hay días en los que rebosamos energía y queremos comernos el mundo, mientras que en otras ocasiones nos sentimos agotados y débiles. En días así intentamos recobrar el equilibrio de nuestro cuerpo recurriendo al aire fresco, deporte o yoga. Pero ¿sabías que la energía de la Luna puede influir nuestro estado físico y mental?
La Luna posee una gran fuerza vigorizante. No solo afecta la gravedad y, con ello, las mareas, sino que se dice que puede influir el bienestar de las personas. Quizás te hayas dado cuenta de que, por ejemplo, cuando hay luna llena no duermes tan bien.
En algunos tipos de yoga se cree que en el cuerpo hay (además de los chacras) centros de energía que reaccionan ante las energías de la Luna: los denominados puntos lunares se activan en cada una de las distintas fases de la Luna. Las mujeres poseen once puntos lunares. Uno de estos puntos se encuentra, por ejemplo, en las cejas. Cuando la energía lunar llega a esta zona, a menudo nos encontramos en una fase en la que tenemos muchas ideas, nuestra creatividad aumenta y elaboramos planes.
La energía lunar cambia cada dos días y medio, y atraviesa un ciclo de 28 días. Al igual que la energía de la Luna varía y los ciclos se van sucediendo cada luna nueva, nuestros sentimientos y nuestra forma de ver el mundo también puede cambiar en función de la fase lunar. Los hombres poseen un único punto lunar, situado en la barbilla. Así, tienen muchos menos puntos lunares que las mujeres. La Luna simboliza la fortaleza femenina y es el polo opuesto de la energía masculina, que se corresponde al Sol.
El saludo a la luna surgió inicialmente en el hatha yoga. Se compone de 17 asanas tranquilas, que conforman una sucesión de movimientos fluidos en consonancia con la respiración y tienen un efecto vigorizante en el cuerpo. Los movimientos en círculo con los brazos imitan las fases del ciclo lunar: comienza con la luna nueva, continúa con la luna creciente y culmina con la admirable belleza de la luna llena. A continuación, la luna llena comienza a menguar hasta que se inicia un nuevo ciclo.
La Luna aporta un equilibrio refrescante que contrarresta el calor del Sol y, de forma similar, el saludo a la luna (chandra namaskar) es la postura opuesta al saludo al sol. Por cierto, chandra namaskar significa «saludar a la Luna».
Mientras que en el saludo al sol damos la bienvenida a un nuevo día lleno de luz y belleza, así como a la energía cálida, revitalizante y radiante (yang) del Sol, en el saludo a la luna recibimos la fuerza interior, calmante y vigorizante (yin) de la Luna. Debido a su efecto refrescante, el saludo a la luna puede practicarse sobre todo en verano.
El saludo a la luna comprende 17 posturas que conforman un flujo de movimientos relajantes y regeneradores:
El saludo a la luna es un ejercicio que pueden realizar tanto principiantes como aquellas personas que ya son de nivel avanzado. Dependiendo del tipo de yoga, el saludo a la luna puede interpretarse y realizarse de forma diferente.
Tras un relajante saludo a la luna, no hay mejor manera de concluir tu sesión de yoga que disfrutando de una deliciosa taza de té. La infusión YOGI TEA® Moon Salutation contiene una combinación de notas de eucalipto y menta que consigue abrir el alma, mientras que la cúrcuma es conocida por ayudarnos a estar en contacto con la tierra. El hibisco blanco y la melisa regeneran el cuerpo y la mente, liberando energía nueva. Esta receta ayurvédica especial contiene una mezcla de ingredientes tranquilizantes y vigorizantes que pueden ayudarte a encontrar tu equilibrio interior.
El mejor momento para tomar nuestra infusión Moon Salutation es cuando sientes la necesidad de descansar y regenerarte, o bien cuando empieza a anochecer, para dar por finalizado el día de una forma relajada.
Así, ya puedes tachar un punto de tu lista de propósitos de Año Nuevo relajándote con el saludo a la luna y una taza de YOGI TEA® Moon Salutation. Empieza con calma el Año Nuevo.