Consejos para facilitar tu crecimiento personal
Nuestro «yo» se encuentra en constante cambio. Todos los días podemos decidir cómo queremos vivir, qué nos aporta alegría y plenitud. Siempre podemos reinventarnos y cambiar. Pero ¿cómo puedes lograrlo? ¿Y acaso es necesario cambiar?
Lo bueno es que cuando te centras en tu bienestar y escuchas tus necesidades y deseos, el crecimiento personal se alcanza por sí solo. El bienestar puede significar algo distinto en función de cada persona, y puede cambiar de un día para otro o incluso de una hora para otra.
El crecimiento personal puede producirse a muchos niveles diferentes: a nivel mental, espiritual y creativo, pero también en tu relación con los demás o contigo misma. Todos los niveles están interrelacionados. Un elemento esencial de nuestro crecimiento es la capacidad de observar y reflexionar conscientemente sobre nuestro comportamiento, sobre todo cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles o impredecibles. Si nos tomamos el tiempo necesario para reflexionar sobre nuestras acciones pasadas y aprender de nuestros errores, podemos incluso crecer más allá de nuestros propios límites.
Como en la meditación y el yoga, cada momento, cada respiración y cada movimiento son importantes para encontrar el propio equilibrio. Este equilibrio brinda satisfacción y felicidad. En yoga se emplea el término santosha, que podría traducirse como «satisfacción absoluta». Alcanzar este estado es sin duda un buen objetivo, pero hay ciertas cuestiones y fuentes de inspiración que podemos tener en cuenta para acercarnos a él.
Nuestros consejos para facilitar tu crecimiento personal:
1. Hacer una pausa.
Nuestra vida cotidiana está llena de inspiración y sabiduría que podemos aplicar a nuestras vidas. Si te mantienes receptiva y prestas atención a las pequeñas cosas y a las personas que te rodean, podrás adquirir una nueva perspectiva y entenderte mejor a ti misma. Permanece atenta y receptiva y verás cómo las cosas de tu alrededor pueden ser una fuente de inspiración. Cuando te encuentres en una situación difícil, puedes detenerte un momento y preguntarte qué puedes aprender de esa situación. ¿Puedes acabar con las dificultades? De no ser así, ¿cómo puedes cambiar la situación para que te resulte menos difícil? ¿O cómo puedes verla de otra manera?
2. Acéptate a ti misma.
¡Eres maravillosa tal y como eres! No se trata de que te conviertas en otra persona, sino de observarte con un poco más de atención para sentirte mejor y desprenderte de las cosas que no te aportan nada bueno. Cuando te acuestes por la noche, pregúntate qué cosas te han alegrado hoy. ¿A qué has dedicado tus pensamientos y qué momentos te han hecho reír?
Si nos centramos en dar pasos pequeños pero significativos en la dirección correcta cada día, podemos avanzar lenta y firmemente hacia nuestros objetivos.
3. Sé bondadosa contigo misma.
La manera en la que hablas contigo misma tiene un gran impacto en cómo te aceptas, además de en tu propia percepción. Con demasiada frecuencia nos comparamos con los demás y nos volvemos autocríticas, o nos infravaloramos. Un ejercicio útil consiste en sustituir las frases negativas por afirmaciones positivas:
En vez de decir «No lo he conseguido y he pasado vergüenza», di: «Estoy orgullosa de mí misma porque lo he intentado y he sido valiente».
En vez de decir «Ha sido un gran error», di: «He aprendido mucho de esta experiencia».
En vez de decir «Tengo que desistir», di: «Probaré una estrategia diferente». «Es demasiado difícil» se convierte en: «Requerirá un poco de tiempo y esfuerzo».
El camino es la meta
Como puedes ver, el viaje hacia la satisfacción personal es un camino que conlleva muchos pensamientos y experiencias diferentes, y debes dedicarle tiempo. Cada persona recorre este camino a su manera. El hecho de que tengas una meta concreta en el futuro no significa que el aquí y el ahora no sean igual de maravillosos. Si quieres descubrir más acerca del bienestar, visita nuestra página sobre mindfulness.
