Cinco Sutras del yoga para que nuestro ser sea natural y bello.
El yoga es una doctrina que lleva al hombre a entrar en contacto con su verdadera naturaleza. El yoga invita a mirar en nuestro interior para centrarnos en lo que realmente somos.
De este modo, según el yoga, descubriremos nuestra belleza interior, que impregna todo nuestro ser, nuestro cuerpo, mente y alma. Recordar nuestra verdadera identidad se reaviva y se revitaliza cada molécula de nuestro cuerpo: el sistema circulatorio, el riego sanguíneo, el sistema nervioso, el sistema digestivo… en resumen: activar todos los sistemas de nuestro cuerpo con plena consciencia de nuestra alma.
En el momento en el que seamos conscientes de la naturaleza indescriptible de nuestro propio cuerpo, lo trataremos con más respeto. Si reflexionamos sobre su maravilloso funcionamiento, en el trabajo que lleva a cabo día tras día para nosotros, nos enamoraremos de su desinterés y de su eficacia.
Al escuchar los latidos de nuestro corazón sentiremos gratitud.
Algunos cuidados que ofrecemos a nuestro cuerpo son una recompensa para, tal vez, algo totalmente distinto: por ejemplo, una buena y profunda relajación, (que todo el mundo debería disfrutar al menos dos veces al día durante 11 minutos). O tal vez entrenar, que nos hace sudar y que con el aire fresco reactiva cada célula de nuestro cuerpo mientras nos estiramos, corremos o nadamos. ¿Cómo reemplazamos esto cuando no tenemos tiempo?
Hay muchos libros de cocina saludable pero ¿cuál es el tipo de alimentación que le estamos dando a nuestro cuerpo?
Muchos de nosotros dedican demasiado tiempo y esfuerzo a sus coches y a sus ordenadores. Pero nuestro cuerpo también necesita atención: llevar una alimentación sana y equilibrada.
Normalmente no dedicamos mucho tiempo a relajarnos profundamente. En nuestro ajetreado día a día encontramos muy pocos huecos para ello.
Pero hay tiempo para todo: hay tiempo para trabajar y tiempo para dormir; tiempo para comer y tiempo para hacer la digestión; tiempo para la familia y tiempo para nosotros mismos; tiempo para la información del mundo exterior y tiempo para la meditación y nuestro mundo interior.
Sin embargo, hemos olvidado los ritmos naturales de la vida, nos hemos agotado.
¿Y ahora cómo podemos encontrar nuestra verdadera belleza natural?
Si la naturaleza hubiese sido capaz de hacernos más bellos, más maravillosos y más felices, seguro que lo hubiese hecho. Somos la creación de la naturaleza, los niños, la viva imagen de nuestra madre infinita, el amor, la vida y la belleza. Dejad que nos lo muestre. ¿Cuán bella es una rosa? ¿Cuán elegante es un cristal?
Somos el culmen de la creación. Lo somos todo a la vez.
Relajémonos, alegrémonos de nosotros mismos y exploremos nuestra verdadera naturaleza para descubrir nuestra identidad cósmica. Enamorémonos de todas y cada una de las partes que nos conforman. Entonces descubriremos que cada parte de nosotros nos corresponde con ese mismo amor.
Tenemos un alma. Tenemos millones de compañeros de alma. De la esencia del yoga aprendemos que: «Todos somos uno».
Herir a alguien es lo mismo que herirse a sí mismo. Tenemos derecho a protegernos, a tomar decisiones, a decidir entre el bien y el mal y a decir sí o no. Si traemos bondad y justicia, las buenas vibraciones nos acompañarán dondequiera que vayamos, si tratamos a los demás como nos gustaría ser tratados; entonces es cuando actuamos como seres humanos. Para ello necesitamos relajarnos para sentirnos bien. De este modo viviremos según nuestra propia naturaleza.
Y seremos bellos.